Alrededor de 600.000 mil turistas han quedado atrapados en los hoteles donde pasaban sus vacaciones por la quiebra, confirmada esta madrugada, del touroperador británico Thomas Cook. El sector turístico español será uno de los más afectados.
Un grupo de turistas británicos no les dejan salir de su hotel en Túnez. El dueño ha llegado a cerrar las puertas del complejo. Les obliga a pagar 2.500 libras extra para dejarles ir al aeropuerto ante el temor de no cobrar por la quiebra de la mayorista Thomas Cook.
El colapso del gigante de viajes ha pillado a 600.000 turistas en medio de sus vacaciones. 150.000 son británicos. Entre los afectados, una madre y su hija, devastadas ante las dificultades que se han encontrado.
Las autoridades de Reino Unido ya trabajan en un plan de rescate a gran escala. En España, Canarias y Baleares son dos de los destinos preferentes de la compañía y se temen consecuencias desastrosas.
Los responsables de la compañía han intentado hasta el último minuto conseguir los más de 200 millones de euros que les salvaran de la quiebra, sin éxito. Ahora el drama se cierne sobre sus 20.000 empleados.
