Reyal Urbis ya ha presentado formalmente la solicitud de concurso voluntario de acreedores, un proceso que ha recaído en el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, (Magistrado Juez D. Francisco J. Vaquer Martín).
El juez titular de este tribunal deberá ahora estudiar el expediente para declarar el auto del concurso, el segundo mayor de la historia empresarial española por su pasivo y designar a los administradores concursales.
Esta administración concursal deberá redactar un informe sobre la situación de la empresa, que determinará con exactitud su pasivo y su activo, y se pronunciará sobre la viabilidad de la inmobiliaria.
Una vez que se apruebe definitivamente este texto concluirá la fase común del proceso concursal y se iniciará la correspondiente a la de presentación y negociación con los acreedores de un eventual plan de pago de deuda con el que Reyal tratará de evitar su disolución.
Reyal acordó en su consejo de administración de este pasado lunes, 18 de febrero, solicitar el concurso al no lograr un acuerdo con los bancos para refinanciar su deuda financiera de 3.613 millones de euros. A este pasivo es preciso sumar los 400 millones que adeuda a Hacienda y otros 138 millones que debe a proveedores.
Del procedimiento concursal se excluyen el macrocomplejo comercial y de oficinas que la compañía promueve junto con un grupo de bancos en el Paseo de la Castellana de Madrid y su cadena de hoteles Rafaelhoteles.
Reyal suspende pagos tras superar tres refinanciaciones de deuda desde que inició la crisis y con un stock de 780 terminadas y sin vender, pese a que lleva sin construir nuevas casas desde que en mayo de 2010 firmó la última de dichas reestructuraciones de pasivo.
La compañía que controla y preside Rafael Santamaría cuenta con 420 empleados, de los que 137 trabajan en la actividad inmobiliaria y 283 en la hotelera. A cierre de septiembre de 2012 presentaba unas pérdidas de 257,93 millones de euros, casi el doble respecto a un año antes.
Europa Press