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La compañía catalana Torras, especializada en la fabricación de prendas de punto y piel, continua adelante en su proceso concursal. El Juzgado Mercantil número 5 de Barcelona ha dado luz verde al concurso de acreedores de la sociedad Géneros de Punto Torras, propietaria de la marca Torras. La empresa se encuentra actualmente elaborando un plan para abandonar la situación concursal y asegurar la viabilidad de la compañía, según ha explicado Josep María Serra, director general de Torras, a Modaes.es.
El juez también nombró a principios de abril a Inmaculada Sallent Roig, en representación del bufete de abogados Jausas, como administradora concursal. Torras se encuentra actualmente en fase común del concurso de acreedores voluntario.
“Aunque todo el proceso está siendo muy lento (la compañía presentó la solicitud de concurso de acreedores el pasado noviembre), creemos que dentro de un par de meses ya se podrá presentar el convenio para comenzar a negociar con los acreedores”, señala Serra.
Las ventas de la compañía también se han resentido en los últimos años. La empresa, con sede en la población de Caldes de Montbui (Barcelona), registró en 2012 una facturación de 10 millones de euros, un 10% menos que en 2011, cuando la enseña alcanzó una ventas de 11 millones de euros.
“No hemos llevado a cabo ninguna estrategia para crecer y hemos mantenido nuestra actividad con una estructura bajo mínimos hasta que logremos abandonar la situación concursal”, añade el directivo.
En el marco de la reestructuración que ha llevado a cabo la compañía este último año se encuentra la salida de Francisco Serra, miembro de la familia fundadora de Géneros de Punto Torras y consejero delegado de la compañía hasta el pasado agosto.
Además, en septiembre, Torras presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectó a 14 empleados de la compañía (casi un 20% de la plantilla) como antesala a la presentación del concurso de acreedores.
El objetivo de Torras continua estando en los mercados internacionales, de donde obtiene el 70% de sus ventas. La compañía puso en marcha en 2012 su primer establecimiento monomarca en Milán, en el que invirtió un millón de euros. Esta tienda piloto está destinada a captar socios para poner en marcha franquicias en distintas partes del mundo.
Torras también tiene entre sus objetivos Sudáfrica, donde planea continuar expandiéndose cuando abandone la situación concursal. La compañía, que firmó un acuerdo en 2011 con el grupo chino JPC para crecer en Asia, también cuenta con presencia en Moscú