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Mediación y Arbitraje

LAS CORTES ARBITRALES ESPAÑOLAS HACEN AUTOCRÍTICA DE SU SITUACIÓN


LAWYERPRESS

 

Valencia acoge el V Encuentro anual de instituciones arbitrales

Analizar el estado del llamado arbitraje institucional y buscar puentes y sinergias entre las propias cortes arbitrales ha sido el motivo de este quinto encuentro anual de estas instituciones celebrado en el ICAV. A esta jornada han acudido los principales representantes del TAB de Barcelona, Corte de Arbitraje de Toledo, CIMA; corte de arbitraje del Colegio de Bilbao y Málaga, así como AEADE, amén de la organizadora, Tribunal Arbitral de Valencia. Al finalizar este evento pudimos charlar con algunos de los protagonistas quienes opinaron sobre el momento de nuestro arbitraje y el futuro de una actividad que aún no ha alcanzado toda la notoriedad en nuestro país que fuera de nuestras fronteras.
En Valencia, su Corte de Arbitraje tiene una estructura atípica, con una segunda instancia que no tienen otras entidades arbitrales a nivel nacional o internacional. Manuel de Lorenzo (en el centro de la foto del grupo hablando) es su responsable y a la vez, ha sido uno de los anfitriones en la organización de esta reunión de trabajo de cortes arbitrales. “En la mesa redonda que mantuvimos las propias cortes arbitrales analizamos el por qué la cultura del arbitraje aún no ha llegado a nuestro país. Hay que trabajar más en la formación de los abogados y en la difusión de la práctica arbitral en empresas y bufetes. También convinimos que era el momento de destacar el trabajo de las cortes que mejor lo hicieran frente al resto”. Bajo su punto de vista la relación que existe entre instituciones arbitrales es correcta y estrecha “ sobre todo con las cortes arbitrales de Málaga, Madrid, Barcelona y Bilbao. Hay un acuerdo suscrito entre los cinco colegios en materia arbitral.”
De Lorenzo valora muy positivamente el trabajo de sus colegas al frente de estas instituciones y recuerda que cada una de ellas tiene sus particularidades. “Es importante destacar que si las dos partes lo quieren mediante pacto se activa nuestra segunda instancia de apelación en nuestro modelo arbitral. Lo deciden la autonomía de la voluntad de las partes.”. Confiesa que también se habló de posibles acuerdos para unificar reglamentos pero no es sencillo desde su punto de vista. “Cualquier integración de cortes arbitrales hay que verlo a largo plazo con mucha calma. Lo que si se ha hablado es de buscar formas de trabajar comunes, estándares de calidad que son al final cuestiones que llegan al cliente final”, comenta.
Esta entidad arbitral reformará su Reglamento el año que viene. “Realmente llevamos desde el 2010 trabajando, de esa forma procuraremos adaptarnos a la última reforma de la ley de arbitraje del 2011.”. En su opinión, cada institución arbitral debe tener claro cuál es su público actual “en nuestro caso es claro que estamos vinculado a un colegio de abogados y debemos ofrecer servicio a las empresas desde esta perspectiva. Ellos deben ser quienes induzcan a sus clientes a que incluyan las cláusulas arbitrales en los contratos”. Y advierte que al patronato de esta entidad se han incorporado notarios, registradores y economistas con lo cual el refuerzo de la institución es claro. “Creo que tenemos una legislación buena; unas cortes profesionalizadas, una jurisprudencia respetuosa con el arbitraje y lo que hace falta es que se incluyan más cláusulas en los contratos. Ese es el talón de Aquiles del sector”.
Acercar el arbitraje al empresario
Gonzalo Stampa, es uno de nuestros letrados más prestigiosos en el mundo del arbitraje. Fue el encargado de dar la ponencia inaugural a este Encuentro de Cortes Arbitrales donde dibujó el marco actual del arbitraje en nuestro país: “Hay un entorno bueno y se han conseguido muchas cosas pero hay que seguir evolucionando siempre sin perder de vista el usuario final del arbitraje, la empresa casi siempre”. Crítico gracias a su experiencia señala que el cliente es el gran olvidado del arbitraje. “Entidades arbitrales como prestadoras de servicios y árbitros, casi siempre abogados tienen que ejercer su labor mirando al cliente.” Desde su punto de vista hay sensibles diferencias entre el arbitraje en una corte como CCI o London Court y cualquier española de prestigio “Nos llevan ventaja por los años de experiencia y know how que atesoran esas instituciones. En España llevamos funcionando en serio desde el 2003”, apunta.
Para este jurista esa diferencia entre cortes no es insalvable, “ es cuestión de tiempo y de hacer las cosas bien; se trata que el árbitro haga su trabajo, que existan remuneraciones con provisiones de fondos; en definitiva que el árbitro haga su trabajo sin presiones”. Otro tema que le preocupa a Stampa es la existencia de nepotismo y amiguismo en las designaciones, cuestión que cree que se debe desterrar de la práctica arbitral. “Habría que sancionar cuestiones como la impericia o la falta de independencia del árbitro si se comprueba que no existe” comenta. Desde su punto de vista tener un reglamento único para todas las cortes arbitrales no es lo adecuado “Sobre todo lo que hay que hacer es fomentar la libre competencia, asi el que tenga buen reglamento y ofrezca buen servicio el mercado le pondrá en su sitio”. Y además considera que puede conducir a la judicialización del arbitraje.” hablaríamos de un posible monopolio que con errores conduce al control judicial”.
Para Stampa el problema del arbitraje en nuestro país no está en el número de instituciones arbitrales que hay en nuestro país sino en que exista “buen hacer, buena competencia y servicio de cara al cliente final.” Sobre los cambios en los diferentes reglamentos de cortes arbitrales recuerda que al árbitro “ hay que pedirle un comportamiento ético intachable tanto en el procedimiento como en su forma de trabajar. No olvidemos que se les dice a las partes que se confíe en esa persona por su saber hacer.” En su opinión, la clave del desarrollo del arbitraje en nuestro país radica en que se escuche a las empresas “que se simplifiquen más los procedimientos que son demasiado técnico para ellas. Junto a ello que el Reglamento se entienda más y los costes sean asequibles. “ De alguna forma contempla una popularización del arbitraje y romper con la imagen elitista del arbitraje que en algunos estamentos aún existe.
Por su parte, Javier Iscar, secretario general de AEADE, una de las escasas cortes privadas de arbitraje en nuestro país y participante en este encuentro de arbitraje nacional comentaba que la jornada “fue un éxito con más de 150 inscritos, lo que revela que Valencia se ha convertido en un lugar con interés por la práctica arbitral.”.A su juicio la profesionalización de las instituciones arbitrales no se puede cuestionar y pueden ofrecer cada vez más mejor servicio a los propios empresarios. “Más que hablar de integración o fusiones arbitrales de lo que hemos hablado es de buscar patrones comunes a la hora de trabajar de cara a ese tercero cliente. Es complejo tener un Reglamento unificado pero eso no quita que se puedan enviar mensajes homogéneos a ese tercero.”. AL igual que Stampa prefiere que sea el mercado quien coloque en e lugar que corresponda a cada corte arbitral en vez de crear un órgano externo que controlase el trabajo de estas cortes.
Arbitraje institucional, el más respetado
De esos mensajes similares, Iscar nos revela que se pretende resaltar el papel de las instituciones arbitrales “detrás de un arbitraje siempre hay un árbitro y una institución arbitral con su secretaria.” La idea es poder dar criterios suficientes para que se pueda elegir la corte arbitral a la medida de cada empresa o cliente por diferentes criterios. “Es un momento bueno el del arbitraje, las cortes valoramos mucho el trabajo de nuestros compañeros de instituciones. Que cada entidad fomente y divulgue el arbitraje al final beneficia al resto del sector de operadores arbitrales”, observa. En este encuentro se dejó claro que hay que lanzar un mensaje de confianza plena a los abogados para que incluyan las cláusulas de arbitraje de sus clientes “si no nos ganamos esa confianza no hay arbitraje”, resaltó. Desde esta perspectiva es clave la designación de los árbitros “que sea transparente y seria y que se vea que las cortes sean independientes.”. Y apunta que la clave del desarrollo del arbitraje pasa por la especialización sectorial “ lo que hará que grandes expertos en esos temas puedan llevar esa cuestión en concreto que ha suscitado el problema.”
En opinión del secretario general de AEADE resulta más lógico para la familiarización del arbitraje que el abogado empiece siendo abogado de parte en un procedimiento, para, con el tiempo y la experiencia luego ejercer de árbitro en alguna disputa. “El buen árbitro siempre ha tenido experiencia como abogado de parte y ese paso casi debería ser obligatorio para ejercer la función arbitral”, explica. Y apunta que hay un pacto tácito entre todo el sector arbitral para comentar al gran público que hay determinadas cortes arbitrales que ofrecen seguridad y confianza y que les pueden ayudar a resolver sus conflictos. “Aunque para montar una corte arbitraje no se piden requisitos y basta con tener las voluntades de tres personas, bien es cierto que será el mercado quien sitúe a esa entidad en cabecera del sector o no”.

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