El Tribunal Eclesiástico de Valencia logra sentenciar diez causas de nulidad matrimonial en menos de un año – El Año Judicial Eclesiástico se abre tras un ejercicio con 76 demandas de “separación”
08.03.2013 | -Levante –
Paco Cerdà | valencia. Las cosas de palacio van despacio, pero cada vez menos. El Tribunal Eclesiástico de Valencia -encargado de administrar justicia eclesial y romper los matrimonios católicos para que sus miembros puedan volver a pasar por el altar- ha logrado concluir en nueve meses todo un proceso de nulidad matrimonial desde que el solicitante lo demandó. Es la primera vez que se logra este récord de tiempo en un litigio que hasta hace una década podía alargarse de media unos tres años. Y no es un caso aislado. En 2012, otras nueve causas de nulidad matrimonial fueron sentenciadas en Valencia en menos de un año. Además, un total de 21 se acortaron entre los doce meses y el año y medio. Así se dio a conocer ayer en la sesión de apertura en Valencia del Año Judicial Eclesiástico, un acto solemne con aires anacrónicos en el que no faltaron autoridades como Juan Cotino, Pilar de la Oliva o Sánchez de León.
La agilización de la Iglesia en la anulación de los matrimonios no es casual. “El tribunal sigue trabajando en pro de la celeridad que resulte idónea para cada causa, teniendo en cuenta la gravedad del proceso y la necesaria búsqueda de la verdad”, según señalaron fuentes del arzobispado. En el acto de ayer, el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, destacó el “empeño” del tribunal por “lograr la celeridad de los procesos” y afirmó: “Creo que éste es también un deber de caridad hacia nuestros hermanos. Los procesos no deben ser innecesariamente largos, pues se tornan ineficaces y gravosos”.
Así pues, las nulidades matrimoniales -que en última instancia deben ser refrendadas por el Tribunal de la Rota Romana en un trámite que dura dos o tres meses más- ya no son eternas como contaba la leyenda. Un mito ha caído. Y hay otra leyenda en torno al proceso de nulidad que se tambalea: su elevado coste económico que lo convierten en un derecho sólo apto para católicos ricos. Ya no: los pobres también pueden separarse y volverse a casar por la Iglesia.
Según la memoria judicial facilitada ayer, el año pasado se presentaron al Tribunal Eclesiástico de Valencia 76 demandas de nulidad matrimonial en primera instancia -más otras 62 causas procedentes de las diócesis de Mallorca, Ibiza, Segorbe-Castelló y Orihuela-Alicante- y nueve de ellas se atendieron de forma gratuita y hubo doce en las que se rebajaron las costas tras comprobar la situación económica del solicitante.
En 2012, la Rota dictó 63 resoluciones referidas a Valencia: todas positivas menos una. El tribunal de Valencia dictó 84 sentencias en primera instancia, entre las que sólo hubo dos negativas.