LA CORTE HISPANO-MARROQUÍ DE ARBITRAJE PRESENTA SU NUEVA SEDE Y REGLAMENTO EN CASABLANCA

LAWYERPRESS /

Javier Iscar: “ Hay que resolver los asuntos en los tiempos que exija cada conflicto”
Mejorar las prestaciones como institución arbitral y atender las necesidades de sus clientes, son dos de las causas de las modificaciones del nuevo Reglamento de la Corte Hispano-Marroquí de Arbitraje, Chinar, que se presentó hace unos días en Casablanca. En ese mismo acto se dio a conocer además, la nueva sede de esta entidad. El acto se celebró en el edificio de la Cámara Oficial de Comercio de España en Marruecos donde además, se alberga la sede de la propia Corte Hispano-Marroquí. En el acto participaron Francisco Albert Martínez, Presidente de la Cámara Española de Comercio; Inés Pérez-Durántez Bayona, Consejera Económica y Comercial de Casablanca; Javier Díaz Aliaga, Delegado de Banco Santander en Attijariwafa Bank; José Ignacio García, Socio Director de Garrigues, Casablanca y Tánger; Abdelmalek Ouardighi, Abogado de Casablanca; Miguel Guerrero Acosta, Abogado colegiado en Madrid y en Lyon y Javier Íscar de Hoyos, Secretario General de la Corte Hispano- Marroquí de Arbitraje y de AEADE.
Respecto a los cambios en el citado Reglamento, Iscar comentó a este periodista que “con el nuevo texto se apuesta por la celeridad y disponibilidad de los árbitros. Es un Reglamento flexible en el que los árbitros pueden ejercer su función arbitral de manera directa con las partes y a su vez lo hemos adaptado al nuevo contexto normativo internacional”, subraya. Esto hace que el arbitraje pueda tener una duración de entre tres meses al año, plazo medio, habitual en este tipo de asuntos. “Y si es más complejo es posible que sea aún más largo. Eso hace que instituciones como la nuestra sea capaz de resolver los conflictos en los tiempos marcado”. Desde su punto de vista es fundamental que empresarios y sus abogados conozcan esta problemática “casi siempre se resuelve en el mismo año fiscal, lo que genera consecuencias positivas para esa empresa en cuenta de resultados”, afirma.
Para el Secretario General de Chimar, Javier Íscar, es fundamental que se puedan modificar las fechas de las vistas si las partes así lo requieren. O adaptar el calendario procesal a las necesidades de las partes. Sobre la elección de los árbitros, nos explica que hay varios perfiles de árbitros “ es condición inexcusable que conozcan a fondo el francés como idioma del asunto. Y si la sede es Marruecos también es fundamental que conozca la legislación de aquel país, lo mismo que pasa si el arbitraje fuera en sede española.”. Luego se trata de saber su especialidad; de hecho los perfiles que dibujamos tienen en cuenta experiencia, idiomas y especialización”.
La presentación de esta nueva sede es un paso más en la carrera por la que ha apostado Chimar, a sabiendas de la dificultad de que una Corte de Arbitraje recién constituida obtenga la confianza de los operados jurídicos, de las empresas y de las instituciones. Aún con esto, se ha convertido en una corte de referencia y los datos son esperanzadores, ya que entre finales del año 2012 y principios de 2013 se han administrado los primeros arbitrajes que solucionan las controversias entre empresas españolas y marroquíes. Como destacó Íscar, “es pronto para estadísticas pero ya sabemos que el convenio arbitral se ha incorporado de forma masiva durante estos últimos años”. Esta es una entidad que tiene unos 1000 empresarios asociados, españoles y marroquíes que ahora conocerán las ventajas del arbitraje de primera mano. “Las empresas deben estar más cerca del arbitraje porque son los grandes olvidados de esta práctica.” Es bastante posible que para el próximo mes de febrero se haga una presentación del citado Reglamento en nuestro país.
La Corte Hispano-Marroquí de Arbitraje
La Corte Hispano-Marroquí de arbitraje se constituyó en septiembre de 2006 en el seno de la asociación Europea de Arbitraje, Aeade en el marco del Foro Hispano Marroquí de Juristas que se celebró. “En los cuatro primeros años es evidente que se ha hecho un trabajo muy intenso, especialmente de siembra”, comenta Javier Iscar, secretario general de AEADE. La entidad quiere ofrece seguridad jurídica a las inversiones que se hagan entre ambos países, en concreto en las relaciones contractuales, mercantiles y comerciales entre España y Marruecos. “Creo que gracias a la ayuda de CEOE y otras entidades estamos llevando esa confianza a las empresas”. De hecho, nos confiesa que en este 2013 se han tramitado tres arbitrajes internacionales “ los arbitrajes son entre empresas españolas y marroquís, con el idioma francés de por medio.
La puesta en marcha de esta institución arbitral responde a que en los últimos años han crecido y se han potenciado significativamente las relaciones comerciales entre España y Marruecos y entre empresas de ambos países. En el refuerzo de estas relaciones bilaterales, es necesario y prioritario que se fortalezcan los intercambios en el ámbito comercial buscando mecanismos concretos para ofrecer respuestas a este reto. “ En un entorno internacional es fundamental acudir al arbitraje como garante de esas empresas. No se concibe que la cláusula de jurisdicción abra la puerta a los juzgados locales de ese país que no se conoce. El convenio arbitral es ya un clásico en el arbitraje internacional”, explica Iscar.
En un escenario de cinco años, Javier Iscar señala que esta entidad será la referencia en el comercio y relaciones comerciales entre ambos países. “Hacemos informes anuales que remitimos a la embajada española en Marruecos.”. Y desde su punto de vista, esta entidad puede tener una presencia activa en el proyecto Cinco más Cinco que lidera el Ministerio de Asuntos Exteriores; engloba a países de la ribera norte como España, Portugal, Italia, Francia y Malta. Y de la ribera sur: Marruecos, Argelia, Mauritania, Túnez y Libia: “Se trataría de llevar el arbitraje a este nuevo entorno para, a partir de ahí, extenderlo a los 43 países que configuran la cuenca mediterránea.” El éxito de este proyecto radica, desde su punto de vista en la generosidad “que sea la Corte de todos y que exista transparencia suficiente para creer en este modelo”.