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INTERNACIONALIZARSE PARA SER COMPETITIVO


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Jornada en el CGAE en la que se analiza este fenómeno de expansión en América Latina
Esta Conferencia Anual de la Abogacía 2013, con los derechos humanos como telón de fondo, tuvo un prólogo muy interesante para hablar de internacionalización. Moderados por Mariano Durán, decano del colegio de Valencia y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del CGAE, conocimos los detalles para salir al exterior en diferentes países; de la mano de algunos de sus decanos como Antonio Marinho, presidente del Colegio de Abogados de Portugal; Oscar Cruz, expresidente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México; Juan Carlos Araiz, primer vicepresidente del Colegio de Abogados de Panamá y un caso práctico, el del despacho Ontier, por boca de Adolfo Suárez, su presidente, que en menos de un año ha abierto 18 oficinas en trece países diferentes. Como principal conclusión; la internacionalización es un proceso normal en un mundo global, el abogado debe seguir a sus clientes desde una estrategia pero no hay una forma, sino varias de llevarlo a cabo.
Los cambios en nuestra sociedad son palpables, Internet y las nuevas tecnologías han venido para quedarse y ahora la inmediatez es un valor competitivo a tener en cuenta. Sin embargo da la sensación, como comentó Marinho Pinto que los sistemas jurídicos no han cambiado demasiado y siguen siendo bastante inmovilistas. “En un país como Portugal, la abogacía está muy en contacto con el ciudadano, es como si hubiese firmado un pacto tácito con ellos, frente a una situación compleja donde fiscalía y judicatura se confunden en el proceso judicial de forma peligrosa”. En este contexto, el papel del abogado es el de defender los intereses de su cliente en este sistema de derecho y acompañarle allá donde vaya : “ El eje de un abogado debe ser la ética, por encima de sus conocimientos técnicos o multidisciplinares y debe empatizar y escuchar a su cliente”. Y reconoció que para los abogados de habla portuguesa es fácil ejercer en países de este estilo. En estos momentos la cuarta parte de los letrados de todo el mundo hablan esta lengua.
Por su parte, Oscar Cruz, cuatro años, del 2008 al 2012, presidente del Colegio de Abogados de México, recordó que su país ahora prepara una reforma constitucional para que la colegiación sea obligatoria y una nueva Ley de Profesiones. Enumeró todos los trámites que existen para que un abogado extranjero pueda ejercer en ese país azteca. Y recordó que no hay aún un convenio de convalidación de títulos entre los colegios de Madrid y México, aunque si buenas relaciones: “Los problemas de la falta de colegiación redundan en la calidad del servicio, no es lo mismo un licenciado que un abogado para poder dar ese servicio jurídico de calidad”. Respecto al proceso de internacionalización, recordó que los abogados extranjeros deben convalidad sus conocimientos, con trámites y un examen y que iniciativas como la que puso en marcha el ICEX con CGAE el pasado año, donde acudieron diferentes despachos españoles a hacer negocio con otros latinos, fue un éxito. “Siempre es bueno antes de salir fuera pedir información a tus instituciones sobre ese país para organizar mejor tu viaje”, recordó.
En el caso de Juan Carlos Araiz, recordó las especifidades de Panamá como país. Un país centroamericano que une varios continentes y que tiene un Tribunal específico para todas las controversias que suceden relacionadas con el canal. Alrededor del mismo se multiplican las relaciones comerciales y el desarrollo de sociedades anónimas y de fideicomiso, como principales actividades. En su intervención, subrayó que ese carácter cosmopolita del país ha impregnado la filosofía de los abogados que allí ejercen. “Nuestro país ha servido para internacionalizar la actividad del abogado. Ya no es solo la capital, sino cualquier localidad en la que hay esa cultura internacional. Eso implica que nuestros abogados deben estar siempre muy bien preparados y dispuestos para atender las necesidades de sus clientes, como de cara a otras eventualidades que surjan”. Desde su punto de vista el letrado debe intentar empatizar con los clientes creando una relación duradera a través de la cual pueda fidelizar esa relación profesional.
Adolfo Suárez, presidente de ONTIER, fue el caso de éxito práctico que conocimos de internacionalización de un despacho español en diferentes países. “De todas las formas existentes de hacer negocio en el exterior te das cuenta que al final tienes que estar presente en esos países y buscar socios que se comprometan igual contigo”. Desde su punto de vista, el modelo que su firma ha puesto en marcha implica que tanto ONTIER como el despacho con el que se llega a un acuerdo forman parte de la misma sociedad que bajo el paraguas de la identidad corporativa ya opera en 13 países a través de 18 oficinas diferentes: “Seleccionar a un partner no es sencillo, se trata de conocerles muy bien, que sean buenos en alguna jurisdicción y luego que no tengan compromiso con ningún otro despacho”, subrayó. También comentó que en esta red que es ONTIER la dirección del cliente es de aquella firma que aporta esa cuenta, “ eso significa que cualquier conversación que se mantenga con la empresa esté supervisada por el propio despacho de origen”. De cara al año que viene la idea es la de posicionarse en Argentina, Chile, Italia y Alemania.

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