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Los trabajadores de ros casares se acogen a la mediación del principado
La empresa está cerrando centros de producción en todo el país y la negociación en Asturias se alarga una semana
Los trabajadores de la corporación Ros Casares se amarran a una última esperanza: que dé buen resultado la mediación iniciada por el director general de Industria, Luis Ángel Colunga. El representante del Principado se ha reunido, al menos en una ocasión, con el negociador del grupo industrial valenciano que anunció el cierre de su planta avilesina. Sin embargo, la corporación lo tiene claro: echará la persiana, dejará su planta avilesina -al pie de los muelles de Valliniello-, a un paso de Arcelor-Mittal.
La plantilla se reunió ayer por la mañana para determinar que la última oferta presentada por el negociador “dista mucho de ser aceptable”. Entre otras cosas, Ros Casares estaba dispuesta a dejar en Avilés una oficina comercial que atenderían tres personas, o sea, que “en vez de despedir a 33 personas sólo despedirían a 30”, explicó un representante sindical.
La marcha de Ros Casares de Avilés fue rechazada por el Pleno del Ayuntamiento celebrado 20 de diciembre y, asimismo, este rechazo se dejó ver en las calles de Avilés la pasada semana, cuando tres centenares de personas se manifestaron por el futuro de la compañía. Y es que esta ha sido la idea que ha defendido la plantilla de la compañía desde que conocieron la noticia del cierre: Ros Casares es una empresa viable y debería seguir siendo una empresa viable.
Los cierres de los centros de trabajo de Padrón (La Coruña), Avilés y Zaragoza fueron comunicados a mediados del pasado mes de diciembre. Sin embargo, las respuestas más contundentes en contra de esta medida se dieron en Avilés.
La crisis de Ros Casares se circunscribe en un contexto de crisis en el sector del metal. Sin embargo, el sindicato CC OO considera esta crisis “inexistente”. Se trata, pues, y según la misma central “de una reorganización de negocios en el marco de la Reforma Laboral”. “Solo plantea el cierre de las instalaciones por una cuestión estratégica. La industria está repuntando en Asturias”, aseguró un representante de la plantilla.
La plantilla de la empresa Ros Casares presentó el pasado día 17 su plan de viabilidad que la dirección de la compañía recibió en tiempo y forma. La compañía tiene su sede central en Valencia y actualmente negocia el cierre de varios centros que crecieron en su época de expansión.
www.ine.es, Avilés-Asturias.