Cinco Días
La banca está convencida de que los argumentos facilitados por España al Tribunal de la UE han persuadido
La banca adelgaza costes reduciendo red y plantilla
El Banco de España pone la lupa en las hipotecas
Larga y profunda tarea la que tiene el nuevo portavoz de la AEB, José Luis Martínez Campuzano, que hoy se estrena como responsable de comunicación de la patronal bancaria, tras estar 27 años en Citi. Su principal labor es devolver al sector la reputación y la confianza del cliente que ha perdido durante los últimos 10 años. Y comienza con un acontecimiento que poco o nada ayuda a la pretensión del sector de recuperar su reputación. La investigación abierta por la Audiencia Nacional y la Unidad Central Operativa (UCO), de la Guardia Civil, a Santander ante un presunto blanqueo de capitales en el banco suizo HSBC, no hacen más que volver a salpicar de sospechas al sector.
Mientras, Popular sigue con su ampliación de capital por 2.500 millones de euros, operación que le ha permitido seguir en solitario, una vez que en febrero Sabadell decidió no seguir estudiando una posible fusión con la entidad que preside Ángel Ron, al no salirle las cuentas. Los contactos se iniciaron el 24 de septiembre a instancias de la familia mexicana Del Valle, principal accionista de Popular.
La operación no llegó a pasar por consejo de administración. Se quedó a las puertas, ya que se analizó en comisión ejecutiva. Varias fuentes financieras afirman que la venta de títulos de Popular en sus oficinas parece que convence. El empeño de la plantilla es de destacar, y eso que no se han fijado objetivos de venta para la red, al contrario de lo que ocurrió en la ampliación de capital de 2013, también por 2.500 millones de euros.
Y cambiando de tema. Los bancos tienen indicios de que la respuesta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la aplicación de la retroactividad o no de las cláusulas suelo que podría obligar al sector los a devolver todo lo cobrado desde que se firmó el contrato de la hipoteca y no solo desde mayo de 2013 se inclina a favor de las tesis de las entidades, el Gobierno español y del Banco de España. Al parecer , la defensa de la banca ha convencido a Europa. Las instituciones financieras consideran que solo tendría que devolver el dinero a los clientes desde el 9 de mayo de 2013, fecha en la que el Tribunal Supremo español declaró nulas las cláusulas suelo de varias entidades y que ha servido de referencia para fallos judiciales posteriores. Entienden que no se puede rebatir algo ya juzgado y cerrado por el Supremo. Pese a ello, tanto el Reino de España como el Banco de España han puesto todo su empeño en la defensa del sector por si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea pensaba otra cosa y, según fuentes del sector, las perspectivas son halagüeñas.
Según el informe del 2 de noviembre empleado en defensa del sector que expuso el Banco de España en abril, el impacto en la cuenta de resultados de las entidades ascendería a 7.600 millones de euros si se aplicase el carácter retroactivo de las cláusulas suelo desde la firma del contrato. De ellos, 5.000 millones –el 12,8% de las ayudas públicas concedidas en 2012/2013– corresponderían al impacto hasta mayo de 2013, a lo que se sumarían otros 2.600 millones desde esa fecha hasta diciembre de 2015. El Banco de España considera en este informe, que si se hubiera aplicado este impacto antes de mayor de 2013, las ayudas a la banca española hubieran sido mayores a las solicitadas en 2012.
Si finalmente, y como cree la banca, Europa comparte los argumentos del Banco de España el efecto negativo en las cuentas de resultados del conjunto del sector ascenderían a 2.600 millones, cifra que en gran parte ya se ha provisionado, con lo que el mal trago sería digerible.
Las observaciones del Reino de España, remitidas el 24 de septiembre del pasado año también son decisivas en la causa, que tiene el próximo 12 de julio su próxima cita, aunque no es definitiva. Tres de los bancos que contienen más la respiración en espera de una sentencia favorable son Popular, BBVA y Sabadell.
Por cierto, la semana pasada Liberbank firmó con los cuatro principales sindicatos un acuerdo para prejubilar a un máximo de 1.090 empleados con más de 52 años. Lo curioso es que la fórmula empleada era bastante original. El plan se denomina excedencia pactada compensada, y consiste en que el trabajador que quiera se acoge a dicho sistema, y cada año entidad y empleado deben renovar el acuerdo. De esta forma, Liberbank se ahorra la provisión que tendría que hacer si la prejubilación fuera definitiva.
Esta nueva modalidad la ha diseñado el prestigioso despacho especialista en derecho laboral Sagardoy. Lo curioso es que CC OO, principal sindicato en el grupo Liberbank (no en el banco) y en el sector, al final ha retirado su firma del acuerdo tras leer la letra pequeña. Considera que es una fórmula diseñada solo para que Liberbank se ahorre la provisión de las prejubilaciones y le ha despertado muchas dudas que, dicen, el banco no les ha sabido aclarar. Habrá que ver si esta vía se convierte en la nueva fórmula mágica en la banca para ajustar plantilla de cierta edad sin tener que realizar dotaciones por ello.