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Hace unos días tuvo lugar un encuentro en la cumbre entre el presidente Carlos Lesmes del CGPJ y Tribunal Supremo con Ángel Teruel, máximo dirigente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Muchos temas sobre la mesa y uno de ellos el desarrollo de la mediación empresarial como prioritario. De hecho ya hay Cámaras de Comercio que están poniendo en marcha este servicio para sus empresas. Por este motivo y con el ánimo de saber cuál es la hoja de ruta del CGPJ actual sobre mediación hemos conversado con Concepción Sáez, uno de los vocales de este organismo, junto con Álvaro Cuesta y Juan Manuel Fernández que se van a encargar de impulsar la mediación intrajudicial en la carrera judicial. A priori se trata de seguir la estela de los trabajos puestos en marcha por el anterior CGPJ con Margarita Uría y Antonio Dorado que desarrollaron proyectos pilotos de mediación en la mayor parte de jurisdicciones como nos fueron contando http://goo.gl/ABN4qT y promover la formación en mediación a todos los jueces de forma gradual, tanto en la Escuela Judicial como en los programas de formación continua que afrontan estos profesionales. “Los jueces y magistrados españoles que quieran hacer mediación tendrán todo el apoyo de este CGPJ para desarrollar esta práctica”, señala. Nuestra interlocutora es consciente del reto que afronta este nuevo CGPJ. “Tenemos que partir de lo que ya hay. Nadie puede discutir el trabajo de los dos últimos Consejos anteriores a este, sobre todo en programas pilotos en diferentes jurisdicciones”. Este trabajo nos señala que ha sido constante desde el pasado 2005. Y recuerda como sus predecesores en esta Comisión de Mediación, los ex vocales Uría y Dorado gestionaron muchos convenios con diferentes instituciones aprovechando los vientos europeos que apostaban por la mediación intrajudicial. “Es evidente que la mediación tiene valores importantes, diferentes del proceso judicial y países europeos avanzados lo tienen en cuenta y lo potencian en determinadas circunstancias”, señala. Para Sáez, hasta el momento la mediación intrajudicial está muy volcada en dos órdenes “, por un lado la familiar, el llamado derecho civil de familia y la mediación penal. En la primera de las jurisdicciones se trabaja desde hace años de forma eficaz mientras que en la penal no hay una regulación explicita en estos momentos desde el punto de vista del derecho positivo”, recuerda. Pese a esa falta de normativa nos señala que hay mediaciones penales desde hace años en Cataluña y País Vasco, especialmente desde el pasado 2007. “Hay otras jurisdicciones donde la mediación tiene un recorrido inmenso, más allá del convenio como puede ser la mediación laboral y la mercantil, dirigida a las empresas. Aquí su aplicación sería bastante directa desde la vertiente intrajudicial”, explica. Hay datos que señalan que solo el 4 por ciento de los asuntos se derivan a mediación intrajudicial, un porcentaje escaso para un país tan litigioso como el nuestro. ”La mediación intrajudicial en nuestros juzgados y tribunales es escasa. No obstante hay que recalcar la fuerza de la mediación penal y familiar especialmente en Catalunya y País Vasco, como antes le dije, con apoyo institucional de las propias Comunidades Autónomas. Sin estas aportaciones y las del CGPJ este país a nivel de mediación sería un auténtico páramo”, comenta. En esta conversación nos señala que desde Catalunya se quiere poner en marcha un protocolo riguroso y bien elaborado para que la mediación en la vertiente laboral o social sea posible. “A nadie se le escapa que en el campo contencioso administrativo la mediación tendría también cabida. Estamos hablando de una metodología con una gran potencialidad en cualquiera de los ámbitos jurisdiccionales”, comenta. Frente a ello esta jurista es consciente que a un país como España le falta lo que se entiende como cultura de la mediación “queremos que los conflictos en los que estamos inmersos nos lo solucione un tercero investido de autoridad y que resuelva en Derecho. Creo que ir al juzgado para todo no es la solución”. Desde su punto de vista da la sensación que los operadores jurídicos asumen ya la importancia de la mediación como herramienta que ayuda a la paz social. “Es el momento de trabajar en su desarrollo e impulso porque hay que darse cuenta que hay mucho recorrido por delante hasta que se implante de forma definitiva en nuestra sociedad”. Sáez reconoce que el uso que se hace de la mediación intrajudicial en el campo mercantil es muy escaso “Este es un terreno en el que hay mucho que hacer aún y donde las Cámaras de Comercio, por su cercanía al empresario pueden ayudar a impulsar la mediación en este terreno.” A su juicio, la clave es contar con buenos mediadores en estos procesos. Da igual que sea extrajudicial o intrajudicial pero hay que contar con buenos mediadores”, recuerda. En opinión de Sáez ser mediador supone tener una serie de cualidades y desarrollarlas, además de una preparación específica para hacerlo “ Y lo fundamental un conocimiento profundo de la materia que se está tratando en esa disputa. Cuestiones mercantiles, familiares o tecnológicas hacen que ese mediador tenga esos conocimientos importantes”, recalca. Cuando le preguntamos por las 100 horas que exige la ley nos apunta que la formación es un pilar imprescindible para el mediador “cuantas más horas tenga, mejor más preparado estará para ese asunto en cuestión”, subraya. Por encima de todo este tema nos indica el poso jurídico que debe tener cualquier mediador” Mediadores civiles o mercantiles deben saber derecho civil o mercantil”, indica. Y a partir de ahí debe atesorar unos conocimientos o habilidades ya que “la mediación es técnica”, recuerda nuestra entrevistada. Jueces, operadores jurídicos y la propia normativa ya están en la mediación e impulsan su desarrollo “pero lo más importante es tener ese buen mediador, bien formado que sepa afrontar el conflicto que le llega”, comenta. Bajo su punto de vista el Reglamento que regula la ley 5/2012 de Mediación de Asuntos Civiles y Mercantiles es bastante mejorable “se ha quedado a mitad de camino, por desgracia. Respecto a la citada Ley ésta es una transcripción casi literal de la normativa europea donde se quiere que la sesión informativa se lleve a cabo y sea preceptiva aunque la norma deja abierta al juez la interpretación”, subraya. En este contexto nuestra interlocutora considera clave el papel de abogados y procuradores para el desarrollo de la mediación en nuestro país. “A nadie se le escapa el papel de asesor que tienen los abogados de empresas y ciudadanos. Es fundamental que el abogado esté convencido de cara a que pueda impulsar la mediación y recomendarla a su cliente. En los últimos años el trabajo de los Colegios de Abogados va en la formación de estos letrados en mediación, eso quitará obstáculos a la hora de recomendarla a terceros”, comenta. “Que el abogado conozca y sepa lo que es la mediación es clave para la implantación de la misma en nuestro país. No podemos olvidar que hay abogados en todas las jurisdicciones y la influencia que tienen con sus clientes importante”, recuerda. A su juicio los prejuicios de los propios letrados vienen dados porque no conocen realmente el alcance y las características de la propia mediación. Pese a que la mediación supone el contacto directo de las partes con el mediador, espacio vedado para los abogados, porque se pretende que las partes se pongan de acuerdo gracias a la intervención del citado mediador. “Sin embargo, el abogado debe estar luego presente para articular desde un punto de vista jurídico los acuerdos o convenios a los que lleguen esas partes citadas antes. También pueden advertir de los contenidos de los acuerdos que se están llegando. El abogado cumple una función diferente a la que está acostumbrado en la jurisdicción ordinaria”, recuerda. Esa función está a camino entre el asesoramiento puro y duro y la intervención activa en el proceso. “Es una figura que está en el proceso cuidando que los intereses de su cliente se protegen”. Para esta vocal del CGPJ el papel del abogado en la mediación desde el punto de vista procesal es muy novedoso en nuestro sistema judicial y que según su punto de vista tiene mucho recorrido aún. Respecto a si la sesión informativa debería ser obligatoria, viendo la efectividad que tiene de cara a que deriva a bastantes asuntos a mediación, Sáez señala que “hubiera preferido que fuera obligatoria articulándola de otra manera”, confiesa. Sin embargo, a su juicio hay que reflexionar sobre este asunto porque al final de todo lo obligatorio “la gente acaba pasando de ello como si fuera un trámite engorroso”, advierte. Que fuera una fase más del procedimiento la citada sesión sería un elemento clave para un mayor conocimiento a los justiciables de lo que es la mediación. “Poder informar de manera cabal y rigurosa del valor de la mediación dentro de nuestro sistema judicial es importante. Quizás si se hubiera convertido en instrumento obligatorio se hubiera ganado en mayor difusión”, explica. Pese a la falta de cultura de mediación en nuestro país, es evidente el boom de mediadores e instituciones de mediación que han surgido en los dos últimos años. “Es bueno que se conozca la mediación y que haya diversidad de oferta. De alguna forma el Reglamento ya establece algunas normas para poder mediar tanto a título individual como para gestionar una entidad de mediación,” aclara. Para Concepción Sáez este momento de ebullición no hay que verlo como un peligro sino como “una situación en la que se valora la mediación porque realmente interesa. De todas formas el propio mercado terminará por promocionar a aquellos mediadores e instituciones de calidad”, subraya. Y nos recuerda que algo ha pasado similar en la abogacía donde hay muchísimos abogados y ha sido el propio mercado quien se ha convertido en el filtro selector del sector en cada jurisdicción. Sobre el papel del CGPJ en el impulso de la mediación Concepción Sáez avanza que una de las prioridades va a ser la de llevar la mediación a través de la formación a todos los jueces y magistrados del país. “También sería bueno que fiscales y abogados del Estado recibieran esa formación sobre este método extrajudicial”, advierte. Desde su punto de vista un buen conocimiento de la mediación hará que se pueda utilizar en el caso y momento oportuno. “Hay que darse cuenta que una mediación mal derivada no es mediación, no puede serlo. Hay que saber derivar correctamente y para ello nuestros jueces deben conocer lo que se puede mediar y lo que no se puede”, añade. Y nos avanza que el CGPJ estudia seriamente incluir la mediación en los temarios de oposición de los futuros jueces que acudan a la Escuela Judicial. “El esfuerzo del CGPJ en esta parcela lo será tanto en formación inicial como continuada”. También desde el propio CGPJ se pretende dar apoyo a cualquier juez o magistrado que quiera hacer mediación “aunque hay que contar con otras instituciones, tenga en cuenta que nuestra justicia es gestionada también por el propio Ministerio y CCAA con competencias transferidas”, añade. De hecho en Murcia se está haciendo una apuesta importante en mediación y en esta iniciativa “han participado el presidente de TSJ de Murcia; todo el colectivo de Murcia al igual que el propio gobierno autonómico de esa comunidad.” recuerda. Y es que a nadie se le escapa la importancia de las citadas Comunidades Autónomas que son las que ofrecen los propios medios materiales para el desarrollo de la administración de justicia. “Al final este tipo de iniciativas depende de la voluntad política de las propias instituciones”, recuerda. En los últimos años, fruto del trabajo de los dos últimos CGPJ se ha creado una completa Guía de Mediación que engloba los principales protocolos de actuación para el desarrollo de esta práctica en las principales jurisdicciones para introducir la mediación dentro del proceso. “La citada guía se puede consultar desde nuestra web, http://goo.gl/rlGruF y también está publicada en papel. Queremos también que todos los órganos jurisdiccionales las conozcan y puedan utilizar” recuerda. Estos protocolos han sido estudiados y elaborados por algunos de nuestros principales expertos en mediación y son tan versátiles que se pueden adaptar a la realidad concreta donde se tenga que aplicar la mediación. “Creo que deben ser la guía y el punto de referencia para todos aquellos jueces y magistrados que quieran hacer mediación”, indica. |