Madrid ya
De los 200.000 afectados por las preferentes de Bankia, más de 180.000 han optado por la vía del arbitraje. La entidad espera terminar con el proceso antes de marzo de 2014.
En declaraciones a Radio Nacional de España (RNE), el Presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha afirmado que los arbitrajes sobre las preferentes “va según lo previsto” y que se liquidarán “como tarde” en los primeros tres meses del año.
Goirigolzarri recuerda, que cualquier persona afectada por las preferentes puede recurrir al arbitraje y afirma que a finales de año se tendrán los informes sobre los arbitrajes elaborados por un experto independiente, que en este caso se trata de la auditora KPMG.
Según datos publicados en la página web de Bankia, hasta el 30 de septiembre se habían recibido 83.176 solicitudes de arbitraje, de las cuales 90.737 han obtenido una opinión favorable del experto y 28.567 han obtenido una opinión desfavorable, 8.903 se encuentran en trámite en oficinas y 54.969 están siendo analizadas por KPMG.
Si el cliente está conforme, firmará un “Convenio Arbitral”, comprometiéndose a aceptar el laudo arbitral y renunciando a acudir a la vía judicial. Una vez realizada la firma por ambas partes, se inicia el Arbitraje por la Junta Arbitral Nacional que finalizará con la comunicación del laudo arbitral a las partes (cliente y Bankia).
En el caso de que el laudo sea favorable al cliente, la entidad procederá a abonar la cuantía señalada en el laudo, de acuerdo a la fórmula de liquidación recogida en el Convenio Arbitral.
El total de laudos abonados hasta el momento es de 24.260.
Las participaciones preferentes son productos financieros complejos. Se trata de inversiones de tipo perpetuo, es decir, sin una fecha de vencimiento determinada, y que cuentan con una liquidez muy reducida.
Las plataformas de afectados por las preferentes, denuncian que los directores de banco han abusado de la confianza de sus clientes, algunos ya ancianos, para colocar este producto asegurando que se podía vender en 48 horas sin ningún problema. Y cuando, principalmente en 2.011 estos pequeños ahorradores fueron a sacar sus ahorros se encontraron con que no podían, por 3 motivos: Si la entidad emisora no tiene beneficios ese año, no se cobra el cupón. Estos productos cotizan en un mercado secundario en el que, para recuperar la inversión, hay que ponerlos en venta. Si la cotización está baja se puede perder una parte del capital y por último, si se dan muchas órdenes de venta y casi ninguna de compra, resulta prácticamente imposible recuperar el capital. Es decir, habían perdido todo su dinero, ya que en esos momentos, las entidades tenían pérdidas y además todo el mundo quería vender y nadie comprar.