Eldiariomontanes.es
La situación concursal nos permite desarrollar con normalidad nuestra actividad diaria en todas las obras», según la dirección
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander ha declarado en concurso a la empresa Arruti Santander SA en un auto fechado el 2 de octubre y publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado.
Según el citado auto, Arruti Santander conserva las facultades de administración y de disposición de su patrimonio, pero sometidas a la intervención de la Administración Concursal. Ha sido designado administrador concursal Leopoldo Pons Albentosa.
Los acreedores de la constructora deberán informar a la Administración Concursal de sus créditos en el plazo de un mes. Los que estén interesados en comparecer en el procedimiento deberán hacerlo por medio de procurador y asistidos de letrado.
Arruti SA, empresa constructora, fue fundada en Cantabria en 1905 por la familia Arruti y se dedicó inicialmente a la contratación de obras y a la explotación de canteras. Estas actividades se mantienen en la actualidad aunque también se han desarrollado otros aspectos de la construcción.
En septiembre de 2011Arruti presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 50 de sus 180 trabajadores, en el que figuraban 31 despidos y 19 suspensiones temporalesde empleo.
Este verano, la empresa ha sido la adjudicataria de las obras de construcción de una glorieta en Cazoña y del aumento de calado del Muelle 1 de Raos, en UTE, entre otras.
“Solucionar una situación temporal”
Esta centenaria compañía, como otras muchas en el sector de la construcción, ha aguantado meritoriamente los seis años que dura la crisis desde su estallido. Pero la resistencia tiene un límite, y Arruti ha tenido que declararse en concurso de acreedores para poder hacer frente a las deudas contraídas con sus proveedores con la tranquilidad adecuada para que su trabajo cotidiano no se vea afectado. En palabras de su dirección, «la situación concursal nos permite desarrollar con normalidad nuestra actividad diaria en todas las obras».
Y lo que es aún más importante. En estos tiempos en que la actualidad informativa liga la fortuna del concurso de acreedores a trabajadores despedidos y plantillas rotas, la dirección de Arruti se muestra convencida de que esta medida «ayudará a garantizar la continuidad de la empresa y proteger la estabilidad de nuestros trabajadores». Una plantilla compuesta por cerca de 100 personas cuyo puesto de trabajo no peligra, en principio.
Tal y como insisten desde la dirección, «se trata de solucionar una situación temporal y conseguir salir del concurso en el plazo más breve posible, manteniendo e incluso reforzando la implantación de la empresa en Cantabria».
La realidad es que la empresa cuenta con obras en curso y tiene carga de trabajo para sus 100 empleados, además de contar con cartera de pedidos para 2014. Por eso, desde la dirección de Arruti solicitan un voto de confianza a proveedores y plantilla. «El plan de viabilidad presentado y el volumen de obra previsto precisa de la colaboración de toda nuestra plantilla», reconocen los propietarios.
Un sector de alto riesgo
Los datos recogidos en un informe elaborado por el Icane reflejan que en 2012 desaparecieron en Cantabria 343 empresas relacionadas con la construcción. El desplome del sector es evidente. En cuanto al empleo, a finales de 2012 había 16.077 afiliados del sector de la construcción en la región, 3.463 menos que al cierre de 2011, tanto trabajadores por cuenta ajena como autónomos. El pasado ejercicio finalizó con 9.736 parados cántabros en el sector, un 8,63% más que los que había en 2011. Todo ello enmarcado en un dramático descenso de la obra pública y privada. En 2012 la construcción representó el 9,72% del PIB cuando en 2009 era del 13,82%.
