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Desde la reforma de la LEC del 2000 las exposiciones de los abogados en sala son obligatorias que sean en sala. Hay que prepararlas con cuidado buscando la complicidad del juez. El panorama de nuestra justicia no puede ser más desalentador. Juzgados colapsados, vistas que se suspenden al mismo tiempo que coexisten con sentencias que están pendientes de ejecución y procedimientos que se demoran. Pese al escenario que se describe cuando llega al momento de celebrar la vista hay que tener los cincos sentidos puestos. “Se trata de tener muy bien preparado el tema y saber exponer al magistrado lo que le vas a decir”. Con tres juristas de excepción, Fabián Valero, abogado laboralista de Vigo, Purificación Pujol, magistrada sustituta en la sala civil y Vicente Tovar Sabio, magistrado reconvertido en abogado desde el 2011 hemos hablado de cómo hacer que tu presentación en sala sea la válida. Cuidar todos los detalles es fundamental porque como bien saben nuestros lectores desde la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil del 2000 las exposiciones de los abogados en sala dejaron de ser escritas para convertirse en orales. Aquí explicamos algunas pautas para acudir a una vista oral y tener éxito. O al menos intentarlo. Vicente Tovar, abogado de Granada, recuerda que su primera vista oral fue en Las Palmas de Gran Canaria en unas medidas cautelares en el juzgado de lo mercantil. http://goo.gl/dura3C Confiesa que pasar de magistrado a abogado fue algo que asimiló poco a poco “ Al principio entras en sala como confundido y tiendes a sentarse en otro lado. De todas formas no puedo quejarme con el cambio, los magistrados con los que me he encontrado me han escuchado siempre”, aclara. Para este jurista “ siempre que estás en sala emites un mensaje, diferente si estás en un juicio con magistrado que con los doce miembros del jurado. Lo fundamental en tu exposición es la sencillez y que estructures bien el mensaje.” Para este jurista hay que prestar atención tanto al lenguaje verbal como al no verbal aunque no estés en el uso de la palabra “ A los jueces no les gusta que seamos redundantes, repetir las cosas puede cansarles. Otro elemento clave tiene que ver cuando el testigo no dice lo que quieres oir, le vuelves a hacer la pregunta de otra manera. No se debe insistir en este sentido”. Respecto a las conclusiones, reconoce que hay compañeros que no saben cómo acabar ese alegato final. “ Se debe buscar sobre todo una conclusión corta y clara y no volver a empezar con el procedimiento y todos los hechos. Hay que pensar que cualquier juez en una mañana celebra entre doce y quince juicios”, subraya. Tovar coincide con sus colegas de reportaje que una buena exposición puede camuflar una mala estrategia o falta de pruebas de cualquiera de las partes :” Hay muchos casos en la llamada zona de la duda, eso significa que el juez pueda dictar sentencia en cualquiera de los lados, de ahí que una buena comunicación sea importante en este sentido. Es clave, por ello ganarse la complicidad del juez; ser educado y no dejar de mirar al propio magistrado”. Nuestro entrevistado subraya que un juicio es una situación de estrés y lo que quiere ese juez es que esa tensión no aumente en la sala. “ Las estrategias agresivas de abogados que cortan al compañero no están muy vistas por lo que estoy comentando”. Nuestro interlocutor que aprobó la oposición de juez en 1993 reconoce que con el paso del tiempo ser juez es más de mujeres que hombres. “Recuerdo que cuando llevó la dirección de la Escuela Judicial, Pascual Ortuño se introdujeron asignaturas optativas en materia de comunicación. Así los que estudiábamos como jueces podríamos conocer como pensaba el abogado pero esta formación no se ha mantenido en otros planes de estudio”, argumenta. “ Hay que preparar con la misma intensidad el juicio en sí que la parte de comunicación, cómo lo vas a exponer. Es fundamental una planificación en tu discurso de tal manera que el juez pueda atenderte sin excesivos problemas”, subraya. Tovar huye de las improvisaciones y cree que todo lo que se haga en sala, gestos incluidos sean premeditados y estudiados. “Ser amable y tener capacidad de síntesis puede hacer que te ganes al propio juez”. Hay que preparar bien la exposición Purificación Pujol, jurista y doctor en derecho, lleva celebrando juicios desde 1997 primero en Barcelona ahora en Madrid. Fue la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil la que fomenta que los abogados expongan en sala de manera oral, rompiendo la tradición que provenía de 1881 de las explicaciones escrita :•”Jueces y abogados hemos aprendido juntos este cambio que ha afectado a todos. Hay que darse cuenta que en sala la actuación es inmediata, oral, no se puede leer. Eso significa que el abogado debe tener una destreza complementaria a los conocimientos jurídicos”, subraya. Esta magistrada sustituta ha publicado dos libros sobre actuaciones en sala con la Editorial La Ley de gran éxito y ahora dirigirá a partir de septiembre el programa Jurister Civil en la nueva Escuela de Técnica Jurídica, http://goo.gl/KE6zGA donde se abordará en profundidad la actuación en sala de los propios abogados. En enero será el magistrado José Manuel Maza quien pondrá en marcha el Jurister Penal también dirigidos a letrados que tengan este tipo de actuaciones. Desde su punto de vista algunos de los defectos de los abogados en las vistas orales tienen que ver con “que los abogados van poco a sala y les falta esa destreza para moverse en ella. En muchas ocasiones nadie les ha dicho qué defectos tienen. “A su juicio es clave la entonación que se dé en ese discurso en la vista y la propia estructura del mensaje oral. “No es solamente tener razón sino saber exponer la citada razón. Hay que ser breve sin olvidarse nada importante y todos esos conocimientos se aprenden”, recuerda. Pujol reconoce que una buena exposición puede suplir una carencia de medios en la preparación de temas “ a veces te convence el contrario cuando oyes a ambas partes”, aclara. A su juicio es fundamental, por tanto, el conocimiento de procesal a fondo y una buena exposición puede hacer que ese asunto se gane. Tampoco ve importante que el juez sea hombre o mujer. No lo ve relevante para el desenlace del asunto o preparación de una estrategia. Pujol, jueza en muchos procesos civiles, subraya que las conclusiones son fundamentales a la hora de resolver un caso en favor o contra de ese letrado. “En muchos casos si están bien estructuradas le das ya echa la sentencia al juez y eso hay que aprenderlo sin prisas. La verdad que muy pocos abogados actúan de esta forma”, indica. Conclusiones breves, ordenadas, bien estructuradas que no tienen porque duran más de diez minutos pese a la complejidad del asunto es un elemento muy a tener en cuenta, según nuestra entrevistada. “ Hay que conocer bien el procesal de cara a tener una ayuda en el proceso eso te puede hacer recurrir a tiempo; alegar una prescripción o imprevistos que te puede plantear el abogado contrario”, recalca. En su opinión la expresividad, con altos y bajos en la entonación es importante. “Se trata de llamar la atención de juez. Que esté pendiente de lo que estás haciendo”, finaliza. Actuar en sala, clave en jurisdicción social En Vigo localizamos a Fabián Valero, abogado laboralista que en estos primero nueve años de ejercicio profesional ha estado presente en casi dos mil juicios http://goo.gl/qqkRXQ. Recursos, demandas de todo tipo conforman su panorama diario, incrementado desde hace dos años con la reforma laboral que el Gobierno de Mariano Rajoy ha puesto en marcha:” En nuestra actividad estar en sala es quizás lo más importante, de hecho la prueba se practica en el transcurso del juicio. Esto hace que la vista sea clave para los que nos dedicamos a esta jurisdicción”, apunta. Reconoce que lo que ha aprendido sala lo ha asimilado de ver a otros compañeros moverse por los juzgados de lo social de esta ciudad gallega. “No fui a la Escuela de Práctica Jurídica, preferí aprender por mi cuenta y durante ese primer año de ejercicio estudié mucho lo que otros colegas hacían en sala”. Asi fue conociendo cómo se practicaba la prueba; cómo se hacían los interrogatorios cuestiones que fue completando con diferentes lecturas “ Al final te das cuenta que el proceso laboral tiene mucho incertidumbre en su desenlace; no sabes las pruebas del contrario ni lo que va a alegar”, asegura. Sobre el comentario extendido de que los jueces tienden en los procesos laborales, en caso de duda, a fallar en favor del trabajador, nuestro interlocutor puntualiza señalando que “existe un principio preoperario que no lo establece el juez, sino que es la ley que establece atender al trabajador en caso de duda”, asegura. Sin embargo tiene claro que las reformas laborales generan más control judicial y menos margen de maniobra para los jueces. “En mi opinión el juez tiene que impartir justicia en la dirección que sea interpretando la prueba en función de sus criterios para luego tomar la decisión correspondiente”, indica. En su opinión ese principio preoperario está en crisis y cada juez resuelve como entiende y sabe. “En la jurisdicción social una buena exposición puede hacer que un caso perdido se gane “estamos ante un proceso muy abierto donde en la fase de alegaciones o conclusiones puedes convencer al juez y asuntos que veías dudosos se acaban de poner a tu favor”, asegura. Valero reconoce que no hay diferencia en una vista por el hecho que el juez sea hombre o mujer a la hora de acudir a un asunto en estos juzgados de lo social. “A los jueces no les gusta que seamos reiterativos con nuestros comentarios. Quieren que seamos muy concretos y que nos ciñamos a los hechos del juicio. Por eso no tiene mucho sentido si ya hemos hecho una buena demanda en la fase de alegaciones volver a hablar de la misma” subraya. También señala que los jueces de lo social advierten en seguida cuando abogados de otra jurisdicción llevan casos de este tipo “ La jurisdicción social es diferente a las demás y se nota en seguida el compañero que viene del área civil o mercantil y que intenta llevar el asunto de otra forma. Esta manera de hacer las cosas distintas no es del agrado de los jueces.” Nuestro interlocutor valora el intento que hacen siempre los jueces de lo social de que ese asunto tenga su acuerdo extrajudicial. “Es la única manera que tienen de poder hacer sentencias de calidad. Los jueces soportan una carga de trabajo que no es sostenible. “Y recuerda que los juzgados de lo social de Vigo llevan 1300 asuntos mensuales frente a los 800 que señala el CGPJ. Consejos para ser visible para el juez Cuando les pedimos a nuestros entrevistados algunos consejos para aquellos lectores que tienen que bregarse en sala a menudo, advertimos que no hay fórmulas mágicas. “Es fundamental que lleves el asunto bien preparado y luego intentar sacar la máxima información posible a tu rival, con ese interrogatorio y pruebas que practiques. Así se podrán revelar las posibles contradicciones existentes”, comenta Valero, respecto a las conclusiones Fabián Valero recuerda que hay que ser escueto y ceñirse a la prueba practicada destacando aquellos asuntos que hayan quedado probados durante el proceso” indica. A su juicio es fundamental que los planes de Derecho de los abogados contemplen esta disciplina, clave para desenvolverse como abogado. Para este abogado laboralista gallego es fundamental advertir que el magistrado te está prestando atención en ese momento. “Es muy importante ser flexible con las alegaciones con las que empieces y la práctica de la prueba. Es fundamental lograr que el juez te atienda pero a veces no es fácil. Llegan a llevar 15 juicios en una mañana”, aclara. Purificación Pujol confiesa que el paso de abogado a magistrado es complejo “es fundamental que el juez controle la sala y no los abogados. Eso se nota en seguida en una vista”, indica. De hecho nos confiesa que a veces los juicios se alargan y se admiten pruebas innecesarias porque el propio juez no ha tenido tiempo de verse y prepararse ese asunto. Nuestra entrevistada valora mucho la educación y los buenos modales delante del juez. “Habla con seguridad incluso en el caso que tengas que hacer alguna protesta”, indica. Sobre el juicio con jurado nos habla de teatro y de las películas jurídicas que hemos visto todos “se hace un papel y hay que convencer a otras personas con otro lenguaje más sencillo.” Para Vicente Tovar tras dieciocho años de magistrado se ha abierto una nueva etapa profesional como letrado. Ahora se da cuenta que se trata de “cambiar de chip y de prepararte bien tanto el fondo como la forma del asunto.” Reconoce que alguna vez se la ha pasado por la cabeza volver a ser juez “ pero la sala me gusta, en los interrogatorios estoy cómodo” En su opinión es fundamental que los nuevos Planes de Estudio también trabajen lo que es el abogado en sala. |